UNA ENSEÑANZA EN UN VIAJE ESPIRITUAL MARAVILLOSO
Este sábado llegué de un viaje maravilloso y espiritual en México. Fuimos 23 personas, en un grupo bastante diverso, pero que tenía una afinidad: trabajar hacia el interior de cada uno, mirarnos con conciencia, adentrarnos en ese mundo maravilloso de nuestra alma, de nuestro Dios.
La idea del viaje era visitar algunos sitios sagrados en Palenque, cerca de San Miguel de Allende y en Teotihuacán, cerca de la ciudad de México. El nombre del viaje “Reconectarte con tu guerrero sagrado “: un viaje que comenzó sin expectativas, pues no conocía la mayoría de las personas del grupo y tampoco conocía muy bien a los dos ángeles que guiaban la excursión espiritual, además para un viaje de estos lo ideal es llegar con el alma y la mente abiertas.
Si soy sincera hoy, realmente tuve un principio de viaje bastante duro, pues las dudas acerca de mí fueron bastante grandes. No sé si comparables con lo que aparece en la biblia, cuando Jesús estuvo en el desierto y dudó, tanto de su capacidad, como de su Dios. Sin embargo, guardando las diferencias, y sin ánimo de ofender a nadie, para mí fueron dos días bastante difíciles, pues mi cabeza trabajaba tratando de aclarar realmente como estaba en mí, el Guerrero Sagrado. Ese masculino interno, maravilloso, que me permite hacer, decidir, ejecutar, organizar y complementar a mi femenino dulce, amoroso, afectuoso, entendedor, respetuoso.
Dudé bastante acerca de mi trabajo interior, de lo que había hecho durante muchos años, de mi rigidez, de mi flexibilidad, de mi capacidad, de mi amor, en fin, ¡de todo!!!
Uno de estos ángeles que nos guió durante el viaje, y las llamo así, porque realmente fue tal su compromiso con este grupo, su dedicación, su apertura, que no podría llamarlas de otra manera; me dijo al tercer día que pidiera ayuda, que pidiera claridad durante la noche y que, si soñaba, pues apuntara el sueño que seguramente sería revelador. Yo muy juiciosa, hice mi tarea en la noche y pedí la ayuda y la claridad necesarias para poder seguir con mi trabajo de esa semana. Dormí con la libreta en el nochero, el lapicero y hasta las gafas para poder ver que iba a escribir; sin embargo, ¡no soñé nada! Pero cuando desperté, hice mi oración de comienzo del día, hice mi creación del día y luego me llegó un mensaje maravilloso y revelador que hoy quiero compartir con ustedes:
“¿Porque estás dudando?, ¿porque estás tan insegura?, si tu dudas del trabajo que has venido haciendo durante 12 años, entonces estarías dudando de ti misma; estarías desconociéndote y eso no lo puedes volver a hacer. ¿Durante muchos años desconociste lo que eras y eso te llevó a mucho caos y enfermedad en tu vida, entonces porque ahora vas a desconocer lo que eres en este momento? Lo que eres te ha costado. Lo que eres ahora lo has trabajado conscientemente, juiciosamente, poderosamente durante muchos años. No ha sido un trabajo fácil, así que respétate y no lo desconozcas.”
Este mensaje inmediatamente aclaró mi mente por completo y eso sería lo que en este escrito de hoy quisiera compartir y dejarle a cada uno de los que nos lean.
No deberíamos dudar. No deberíamos dudar. Somos Dios encarnado: su poder, su amor, están dentro de nosotros. Nuestro trabajo es hacerlo consiente y hacerlo presente en cada momento de nuestra vida.
Importante es reconocernos, no dudar de lo que hemos logrado en nuestro interior. Si es verdad que nos falta mucho, pero también es verdad que hemos logrado mucho. Si yo miro mi vida hace 15 años, yo era una persona muy diferente. ¿Entonces porque desconocer mi trabajo, porque yo misma podría desconocerme? NO, eso no puede pasar y fue una gran enseñanza de este viaje. RECONOCERME. Y no desde el ego, sino desde la claridad. No para bañarme en rosas porque he trabajado y mejorado mucho, sino para tener la claridad del trabajo hecho con conciencia; y saber que dentro de mí está el poder para cambiarlo todo, para mejorarlo todo, para hacer de mi vida un paraíso maravilloso que vale la pena vivir conscientemente, poderosamente cada día.
Les seguiré contando descubrimientos maravillosos de esta experiencia.
“HASTA QUE LO INCONSIENTE NO SE HAGA CONSIENTE, EL SUBCONSIENTE SEGUIRÁ DIRIGIENDO TU VIDA Y TU LO LLAMARÁS DESTINO”
(Carl Jung)
