Un momento más de conciencia a raíz de un comentario durante el viaje a México.
Nos recogieron a las 5 de la mañana en el hotel en Ciudad de México para ir a las pirámides de Teotihuacán. Me pareció demasiado temprano, teniendo en cuenta que la distancia para llegar allá no es demasiado larga. Sin embargo, pensé que íbamos a ver la salida del sol en algún punto especifico, tal como lo hace uno en Machu Picchu (Perú). Así que estuve lista a esa hora y, después del recorrido en bus, llegamos a un GLOBOPUERTO, es decir, que íbamos a volar en globo para ver las pirámides del Sol, de la Luna, toda esta zona desde arriba: todo el panorama completo.
Mi compañera de este vuelo, (íbamos en el mismo compartimento del globo), fue una mujer de 24 años hermosa por dentro y por fuera, quien se llama Mariana. Entonces emocionadas nos tomamos fotos, nos reímos, en fin, estábamos como decimos los paisas: “matadas de la dicha”. En algún momento del viaje, Mariana dice: “ mira como se ven los diferentes sembrados, como texturas diferentes “.
Yo la miré y le dije: “Mariana, así deberíamos ver la vida siempre, desde arriba; pues solo así podríamos ver las diferentes texturas, las diferentes formas, los diferentes puntos de vista”.
Y hoy quiero hablar de esto, pues yo supongo que es como Dios – Padre nos mira. El no ve solo parte de la película: El está viendo la película completa. El no está viendo solo las largas escaleras en piedra para llegar a la cima de la pirámide: El está viendo las escaleras, los costados, la cima, la vegetación que hay a cada lado, el camino para llegar hasta allá, los sembrados de los alrededores, las construcciones aledañas, en fin, TODO EL PANORAMA COMPLETO.
Creo que así deberíamos ver nuestra vida: sabiendo que Dios – Padre está viendo el panorama completo; que lo que vivimos es parte de nuestra co-creación y la mejor manera para llegar a ella es cuando se ve la película completa.
Creo que lo de ver la película completa también podríamos aplicarlo a cada día de nuestra vida. Pues todos tenemos maneras diferentes de ver las cosas y no solo la nuestra es la correcta. Cuando oímos un cuento de alguien o de algo, podríamos en vez de juzgar inmediatamente a la persona o a la situación, tratar de ver la película completa. Oír los diferentes puntos de vista, oír las diferentes opiniones, y tratar de no juzgar. Se que esto es bastante difícil pues es una condición aprendida del ser humano, pero como todo lo aprendido, también se puede desaprender y esa debería ser una tarea diaria de cada uno de nosotros.
Hacer consciencia de que, cuando juzgamos a otro, no estamos viendo la película completa, sería maravilloso; pues si cada uno lo hace, produciríamos un cambio grande en nuestra familia, el trabajo, el barrio, la comunidad, la ciudad, etc.
¿Cuantas veces hemos estado en el supermercado y la persona no nos atiende muy amablemente? El que pone la gasolina en nuestro carro, el que nos vende el pan, el carro que va al lado pitando como loco, en fin. Si miramos, tendríamos ejemplo para todos los días de nuestra vida. Entonces, salimos del súper o de la tienda renegando porque la atención no era la correcta. ¿Ahora, que pasaría si pudiéramos ver la película completa? ¿Podríamos ver de pronto que esa persona que nos esta “mal atendiendo” tiene su hijo en la clínica y lo tuvo que dejar solo porque tiene que cumplir con su trabajo; o porque tuvo una discusión con su esposo(a), o por tantas razones que no voy a enumerar; pues lo importante sería que antes de juzgar pudiésemos pensar como sería si viéramos la película completa? ¿Juzgaríamos a esa persona? ¿O más bien, oraríamos por ella?
SOLO CUANDO PODEMOS ELEVAR NUESTRA MENTE PARA VER LA PELICULA COMPLETA, PODREMOS DE VERDAD VER LA HUMANIDAD Y LA DIVINIDAD EN CADA SER.
