DESAPEGO

Este viaje mágico a México tuvo varios episodios que ya he comenzado a compartir contigo. 

Uno muy relevante fue darme cuenta de mi apego a los resultados, especialmente en lo que tiene que ver con mi ejercicio de Bio-descodificación.

Nos pasaron unas preguntas para responder lo más sinceramente posible. Esa respuesta no se iba a compartir con nadie, por eso podíamos responderla sin tapujos, de corazón, la pura realidad.

La pregunta  : 

¿Que es lo que más deseas hacer en este momento de tu vida y que te está impidiendo hacerlo? 

Mi respuesta inmediata: Quisiera hacer mas descodificación emocional y biológica y lo que me lo impide es el trabajo.

Quiero ser muy sincera hoy, pues cuando puse el punto después de la palabra trabajo, me reí; porque inmediatamente supe que eso era carreta, que eso no era la razón real, que me estaba echando cuentos a mi misma.  Y de inmediato también llegó mi respuesta real:

Me da miedo el resultado. Me da miedo no dar el resultado que la gente espera. Me da miedo no poder ayudar a la persona que tenga en frente esperando una ayuda mía.

MI APEGO AL RESULTADO ES EL MIEDO QUE NO ME DEJA ACTUAR.

EL MIEDO PARALIZA, NO NOS DEJA ACTUAR. 

Entonces analizando esa frase anterior, también me di cuenta de que solo llegan a mí las personas que de alguna manera en su interior saben que yo les puedo dar algo. Llega a mí la persona que necesita algo que yo le puedo dar, enseñar, mostrar y que tiene algo para darme, enseñarme y mostrarme.  

Las leyes universales funcionan en perfecta armonía. No sucede nada que no deba suceder.  Así que, quien llegue a mí para una descodificación, es porque nos corresponde a ambos vivirla. No se trata de obtener mi resultado mundano, humano; ni siquiera el resultado expectante de quien venga a mí para la descodificación.

Cuando se hace una labor, la que sea, y ésta se le entrega de corazón al Padre, deberíamos desapegarnos del resultado; pues no es nuestro resultado, es el resultado de una co-creación divina. Por supuesto que yo co-creo con Dios un resultado energéticamente armonioso, pero una vez mi enfoque y mi energía están puestas en la persona, el resultado no es mío como humano, es de mi Dios interno en conexión directa con el Padre. Yo solo soy un mensajero, un canal para que él haga su obra. Y no importa si el resultado no era el esperado específicamente en ese momento, pues todo tiene un proceso, un camino, y puede que el resultado sea el inicio de ese camino.

Cuando co-creamos con Dios, lo hacemos desde nuestra limitada mente, pero deberíamos tener en cuenta que Dios es ilimitado; que sus caminos no necesariamente son los nuestros; que el resultado se dará de la mejor manera para cada uno de nosotros y de la mejor manera para permitirnos una experiencia de crecimiento interior.

Una de las frases que más he trabajado en mí, desde hace muchísimo tiempo, es :

CREAR, ACEPTAR, SOLTAR Y CONFIAR.

HAY QUE HACERNOS RESPONSABLES DE NUESTRAS CREACIONES CONSCIENTES O INCONSCIENTES.

ACEPTARLAS CON AMOR.

SOLTAR A NUESTRO DIOS EL RESULTADO.

CONFIAR QUE TODO SE DARÁ DE LA MEJOR MANERA PARA NOSOTROS.

Tuve alguna duda sobre la publicación de este articulo, hasta que me llegó este mensaje :

"Ser un buen terapeuta es un trabajo muy difícil.  Un buen terapeuta tiene que ser inmensamente compasivo, porque no son sus técnicas de terapia lo que ayuda a la gente, es su amor.  No hay nada comparado al amor cuando se trata de curar las heridas del ser humano.  Muchas técnicas pueden ser útiles cuando son usadas como apoyo , pero lo básico no es una técnica sino un corazón amoroso." OSHO