Mi tinitus comenzó hace aproximadamente un año, pero desde finales de julio de este año 2019 se incrementó, se agudizó y se volvió mi compañero permanente día y noche, sin tregua y cada vez más agudo. Nunca había oído la palabra “tinitus”. Me di cuenta de pronto en algunas llamadas telefónicas en mi oído derecho que no entendía lo que la gente me estaba hablando. Pensé que era el teléfono que estaba fallando, pero cuando lo puse en mi oído izquierdo, me di cuenta de que el que estaba fallando no era el teléfono si no mi oído derecho.
Busqué ayuda médica. Me hicieron unos exámenes y me dijo la médica en uno de ellos que si yo trabajaba con mucho ruido, o si me había explotado algo cerca del oído, pero nada de eso había sucedido en mi vida. El resultado: sin razón aparente había perdido un altísimo porcentaje de la capacidad auditiva. Esto llevó al médico a realizar otro examen donde aparecieron unas mediciones fuera de rangos normales, lo que llevo a realizar una “resonancia nuclear magnética con contraste”. Un nombre muy asustadorcito, pero un examen fácil y sin complicaciones. Un resultado muy rápido que demostró que el acompañante realmente era un tumor pequeño y benigno y que el “tinitus” era el que me estaba avisando cada vez más fuerte que había un acompañante tácito e invisible que si seguía creciendo podía causar mucho daño.
En mis estudios con la escuela de Ramtha he aprendido que nosotros somos co-creadores de la vida y lo hacemos consciente o inconscientemente. En mis estudios de Bío-descodificación he aprendido que cuando el cuerpo habla con un síntoma, una enfermedad, hay una vivencia con un sentimiento no resuelto, la cual nos pide a gritos que lo resolvamos para poder garantizar la sobrevivencia del cuerpo. En mi paso por la Pedagogía del Amor aprendí que las creaciones inconscientes normalmente nos hablan de una falta de amor propio, un vacío de mi propio ser. Así comenzó mi búsqueda de que razón interior había para crearme un tumor tan adentro de mí y que además me generara tanto ruido. Obviamente toda esta creación es a nivel inconsciente, pues la plena consciencia no permitiría que uno le haga daño al templo del alma. Así que, en mi manera de ver la vida, la única manera de solucionar la causa es irme hacia mi propio interior, encontrar la verdadera razón y tratarla a nivel consciente.
Haciendo muchos análisis internos, estaba pidiendo ayuda divina, asistencia angelical para identificar de donde, de que situación yo había creado este ruido interior. Pensé y lo más trillado es: “¿que no quieres escuchar?”, pero yo buscaba por ese lado sin encontrar nada que hiciera click en mi interior. Sabía que, cuando pedimos ayuda divina desde el corazón y con un propósito, esta siempre llega. Así que estaba en Bogotá con mi hija Vero y mis dos hermanos haciendo un curso con el Dr Salomon Sellam y le pregunté a su asistente: “¿Edgar, que opinión tienes tú, según la biodescodificación, de un tinitus? “(aún no tenía idea del tumor en mi). El me respondió: “¿Que no quieres escuchar? “, “¿QUE VACÍO QUIERES LLENAR?”. Esta última la resalto porque la primera ya me la había preguntado varias veces sin obtener una respuesta dentro de mí, pero cuando me dijo la segunda, todo en mi vibró, fue como si nada más existiera, como si todo mi ser de inmediato identificara el motivo.
Nuestro curso termino rápido ese día porque había paro en Bogotá y toque de queda, así que terminó antes de la hora prevista. Nos fuimos entonces mis hermanos, Vero y yo para el cuarto del hotel a “echar carreta”. En medio de esa carreta, yo les conté lo que me había dicho Edgar y comenzó un torrente de información a salir de mi alma a través de mi boca, que estaba aclarando todo el panorama de mi tinitus y por ende de mi tumor.
Fue un análisis abierto. Ellos abrían su boca cada vez más y yo no podía creer que estuviera llegando tan profundo, tan rápidamente en mi análisis de esta “chueca” creación.
Quiero continuar esta historia plenamente consciente de que todo en el Universo tiene un propósito, nada es casualidad, nada nos pasa porque “tan de malas”, todo tiene una razón de ser que nuestra alma necesita en esta vida de aprendizaje continuo. Una de mis frases preferidas y que repito muy seguido: Todo lo que nos sucede tiene un propósito divino, conectado con nuestro destino y propósito en este plano, en esta vida.
Las vivencias son solo eso, cosas que pasan. Mis emociones son el matiz que colorea esas vivencias, algunas con colores suaves y armoniosos y otras con colores oscuros y vacíos. Las vivencias no son responsabilidad de nadie, solo son vivencias. Los colores de las emociones si son nuestro aporte normalmente inconsciente a esa vivencia y ese tono de color es el que puede crear algunas congestiones en nuestro cuerpo. Por eso decimos en Bio-descodificación que cuando el cuerpo habla (enfermedad), hay una emoción no resuelta detrás y que está pidiendo ser atendida. Lo vivido no se puede cambiar, simplemente es. Lo que si podemos cambiar es el matiz del color que en ese momento decidimos ponerle a eso vivido.
“¿Que vacío quieres llenar?”, es una pregunta fuerte, pues el vacío más profundo es el propio, el dejar de reconocerme, de amarme, de verme, de darme tiempo, de validar lo que soy. Ese es el más importante de todos y el más duro de reconocer, de aceptar, de asumir. Pensé que aquello del amor propio lo tenía más o menos resuelto, sin embargo, claramente no lo tenía y aún no lo tengo. Solo lo acabo de identificar y estoy asumiendo el reto hermoso de amarme, de unificarme, de vivir acorde a la verdad de mi alma.
Hay otros vacíos por expectativas creadas según mis propios paradigmas, mis propias ganas de control, de pensar que las cosas deben ser de una manera y que las personas deben actuar conforme a ello. Sin entender que todos somos un mundo, que cada quien vive también según sus expectativas, sueños, carencias, dolores, etc. y que según eso actúa. Así fue como un viaje, con una expectativa mía diferente a la expectativa del otro, generó un vacío grande que preferí en su momento dejar oculto y no frentearlo. Pero que ahora estoy revisando para sanarlo.
El vacío del nido, cuando los hijos se van y así debe ser, que ellos vivan sus propias experiencias y desarrollen su alma pues a eso vinieron a este plano. Pero, aunque mi mente lo sepa y esté de acuerdo y de alguna manera lo entienda, cuando entro a mi casa vacía, sin bulla, sin hijos, sin empleada, sin perros, de alguna manera todo esto le recordaba a mi alma el vacío propio. Ahora cada día que abro la puerta y sé que la casa está vacía conscientemente le recuerdo a mi alma que es solo la casa la vacía, porque yo cada día estoy más unida a mi misma.
El vacío de perder una amiga del alma, pero no porque haya muerto, sino porque decidió en su libre albedrío morir para mí. Este vacío que deja el alma descubierta y que hoy entiendo, respeto y liberó su alma y la mía y agradezco de corazón todo lo entregado y vivido.
El vacío que deja la amiga que sí murió y que dejó este plano y este corazón lleno de recuerdos y vivencias.
Todo esto en un solo año. Un año donde me dediqué a hacer tanto, que no tuve tiempo de mirar con calma hacia adentro para ver mi propio vacío. Y por tanto mi hermoso y sabio cuerpo decidió inconscientemente llenar esos vacíos con lo que él sabe: tumor y ruido.
Hoy amanecí dándole gracias a mi amigo tinitus, porque a través suyo me permite verme. Me está permitiendo irme nuevamente hacía mi interior, ver más allá de lo que a simple vista se ve. Escuchar lo que el cuerpo dice, siempre nos muestra lo que no le hemos querido escuchar al alma. Hoy querido lector, decido escuchar la mía, asumir mi vida más allá del afuera, más allá del hacer, más allá de todo. Porque hoy es un nuevo día. Hoy es una nueva oportunidad de vivir, de crecer, de ser y así decido asumir hoy mi vida. Hoy es el día para darle la oportunidad a la consciencia, al presente, al ahora, pero no desde la mente, sino desde el corazón , desde la verdad de mi alma. Confío en que mi trabajo interior pueda cambiar mi cuerpo y que ese tumor y ese tinitus desaparezcan porque los vacíos se están llenado conscientemente con el amor y desde el amor.
HOY DOY GRACIAS AL PADRE Y A SUS AYUDANTES QUE ASISTEN MI CAMINO EN CADA PASO, PARA VIVIR DESDE MI PROPÓSITO MAYOR Y PARA EL AMOR.
