SIN SALIDA ?

CARTA ESCRITA DESDE MI EXPERIENCIA, A FELIPE EN UN MOMENTO 

NEGRO DE SU VIDA

Momentos, todo se pone oscuro, nuestra visión se nubla y más aún nuestros pensamientos. Será posible salir del vacio, del entorno negro que me cubre? Será posible?

Pero una mañana decido abrir bien mis ojos. Destapar bien mis oídos. Afinar bien mis sentidos. Porque he decidido que los nubarrones negros no los quiero más en mi vida. Es mi decisión hoy y así será.

Comienzo con entusiasmo, con amor, con alegría, pero pronto veo que no veo. Pronto entiendo que mi fuerza es bastante débil y mi voluntad se apaga a cada momento. No entiendo que pasa y dudo y dudo y dudo, y no sé porque estas cosas me pasan a mí. No entiendo porque mi despertar y mis ganas no son suficientes para sacarme de este limbo espiritual en el cual me estoy sumiendo. Dudo y dudo y dudo. Será que Dios si esta viendo? Será que yo merezco o no merezco? Será, será, será, que tristeza me invade; que tristeza siento; que desgano me da tratar de ver, oír y sentir; que desgano que no entiendo, porque lo vivo? Porque? Porque? Y sigo pensando que no entiendo y sigo dudando y sigo temiendo!! 

De pronto recuerdo que no estoy solo; que aunque no vea a quienes están conmigo, no estoy solo. Nunca lo he estado. Ahora tampoco lo estoy y nunca lo estaré. Siempre hay seres de luz conmigo. Siempre está Dios conmigo porque soy uno con él.  Así, en medio de mi tristeza, pido fuerzas, pido ayuda, necesito ayuda, quiero ayuda. Me silencio todo y pido fuerza, pido confianza, pero confianza en que? Confianza en mi vida, en mis seres queridos,  en el mañana que promete lo que nunca he vivido. Confianza en el Universo que solo me entrega lo que necesito en el momento que lo necesito. 

Confianza en que puedo salir del limbo interno en el que me encuentro. Confianza en el amor que puede despertar  cada día en mi ser, confianza, confianza , confianza.

Pido fe y recuerdo la definición de fe que una vez leí. Recuerdo que es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se vé. No veo, no estoy viendo salida, pero pido fe. Porque sé que sin ella no podré vivir y despertar a lo que estoy viviendo para aprender, para sacar el mejor provecho, para entender mejor mi destino, mi misión, mi compromiso conmigo mismo y con la vida misma. Fe para saber que cada cosa que pasa en mi vida es lo que debe ser sin un punto más y sin un punto menos. Fe para creer que siempre, aunque las cosas estén tan negras como las veo, habrá una salida y que llegará tan pronto como se acreciente mi fe.  

Sigo pidiendo y pido fortaleza: para entender mi vida, para entender mi situación, para entender lo que sucede a mi alrededor. Fortaleza para vivir cada día como si fuera el último. Fortaleza para valorar cada día de mi vida. Fortaleza para valorar mi vida y esta existencia como el mejor regalo del universo. Fortaleza para no dejarme caer nuevamente en mis pensamientos limitantes. Fortaleza para disciplinar mi mente. Fortaleza para crecer conscientemente con cada experiencia vivida. Fortaleza para sacar el mejor provecho de cada situación que la vida ponga en mi camino. Fortaleza para ver en cada ser el dios interno. Fortaleza para amar sin condición.

Pido y pido y pido porque la fuente a la que le pido es inagotable, no me pone limites. Los limites los pongo yo. Por eso sigo pidiendo y cada vez con mayor fuerza y convicción y cada vez recibo más y más y más y aunque ahora me siento mejor, sigo pidiendo.

Pido sabiduría para saber vivir, para saber que no soy inquebrantable; que mi fuerza y mi crecimiento no pueden parar un solo día. Sabiduría para entender que el amor no tiene limites y comienza con el mío propio. Sabiduría para amar, para vivir, para entregar.

Crecer: esa es nuestra labor aquí y ahora, ese es el mayor reto del camino que un día antes de venir a esta existencia decidimos. La decisión más fácil sería dejar que la vida suceda sin pensarla, pero eso sería un triste desperdicio. La vida es un regalo; poder vivirla es el mayor regalo que nos podemos dar; vivirla implica ser cada día más conscientes de nosotros mismos, más comprometidos con nuestro despertar espiritual porque eso será lo que cuente cuando decidamos dejar este plano. 

Pide que la fuente ilimitada del Universo te dará! No temas pedir. No temas saber que nada puedes solo. No temas saber que pedir no implica debilidad: implica fortaleza porque es reconocer nuestra limitación humana y transmutarla por poder espiritual ilimitado.

Cuando vas despertando espiritualmente hay momentos donde la vida te pone a prueba: como si nada se moviera, como si el tiempo se detuviera, como si tu energía se estancara o fuera a una velocidad descaradamente lenta. No temas. Sigue adelante. No pares. Sigue adelante. Pide, pide y pide, no pares. Esa es tu prueba. Sábelo, porque la única manera de subir al siguiente escalón es incrementando la fe, la confianza , la fortaleza y la sabiduría de que en ese escalón todo tendrá un matiz diferente.  Y una vez lo subas, verás el color del arco iris con los verdaderos ojos del alma y entenderás con tu propia experiencia, como funciona la vida. 

A VECES LO QUE CREEMOS QUE ES UN HUECO ESPANTOSO, UN MOMENTO NEGRO, RESULTA SIENDO UN HERMOSO LAGO AZUL QUE DESPIERTA TODA NUESTRA CONCIENCIA