DESPERTAR

En estos días en que la naturaleza está recuperándose, recuperando su belleza y sus colores, los animales salen sin miedo a caminar por los bosques, las aves se oyen más que nunca, los delfines brincan en el agua con una alegría impresionante. En fin, sin lugar a duda hay un despertar de la naturaleza.

Mas que un despertar, diría yo, un reclamo de lo que es suyo, de lo que por falta de respeto perdió en un momento, pero que no podía permitirse seguir así porque perdería su esencia, su razón de ser.

Es la madre tierra la que está reclamando su sitio: reclama sus colores, sus olores, su vida, su esencia. Es la energía femenina la que está despertando o, más que despertando, reclamando amorosamente su sitio en cada uno de nosotros.

Todos los seres, no importa su nivel de evolución, no importa su razón, no importa su color, su sexo, tenemos esencia divina y hay participación de aspectos divinos en cada uno.  No existe una creación que no tenga el aspecto divino masculino y femenino dentro de sí. Todos sin excepción tenemos en lo profundo de nuestro corazón ambas energías. Somos hechos a imagen y semejanza de Dios, quien es unidad sagrada y, por tanto, en nuestra esencia profunda eso somos.  Sin embargo, esa energía femenina que habita en cada ser ha estado por muchísimos años escondida y, por tanto, ha sido menospreciada, subvalorada e irrespetada en muchos casos. 

Es ahora el momento de despertar esa energía en cada uno de nosotros. Es el momento de ir acercando esas dos energías que componen nuestro cuerpo y nuestra esencia: esas energías masculina y femenina que hacen de nosotros un ser divino y que nos dan la posibilidad, dentro del libre albedrío, de conquistar nuestra humanidad para darle paso a nuestra divinidad.

¿Que significa la energía femenina sagrada en cada uno de nosotros?  Es la habilidad de abrir el corazón y de sentir la compasión. Es esa capacidad creadora, la capacidad de dar vida, la capacidad creativa, la capacidad sensitiva, la capacidad de entrega.  Es la magia del amor, la suavidad y el abrazo. 

Es ahora cuando esa esencia femenina, concordante con la esencia de la madre tierra, está hablándonos a cada uno.  Por eso estamos guardados en el interior de nuestras casas.  La biblia dice: Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera.  El interior de nuestras casas es la similitud del interior de nuestros corazones. El interior de nuestros corazones es esa energía femenina sagrada que pide ser vista, escuchada, reconocida.  Tal como lo está haciendo la naturaleza.  NO es fortuito lo que está pasando en el planeta, no es aleatorio, es un evento planetario que toca a todos los seres humanos.

Despertar, ver, reconocer, aceptar, valorar, integrar esa energía femenina sagrada que reside en el interior de cada uno de nosotros, es lo que la madre tierra está pidiendo.  Es una necesidad planetaria.  Es una invitación para que nos abramos a amarnos más, a valorarnos más, a entregar más nuestro corazón, a valorar los abrazos, la compañía, el amor, la familia.

Durante muchos años ha predominado un masculino no sagrado controlador, dominante, patriarcal; el cual ha sido juzgado y manipulado por lo femenino no sagrado.

Esta es una etapa de hacer consciencia de lo que hay en nuestro interior, de integrar esas energías sagradas: la masculina y la femenina.  

Un masculino sagrado que nos lleva a la acción sin miedo, a soltar el control, a vivir con enfoque, con fuerza, con responsabilidad.  

Un femenino sagrado que nos impulsa desde el corazón, que nos permite abrazar sin juicio, a entregar lo mejor de nosotros, a crear con amor y sabiduría, a hablar con suavidad y firmeza, a valorar.  Y lo más importante, a darle vida a una nueva versión de nosotros mismos con ambas energías sagradas integradas, activadas en un solo corazón.

 “Cuando tú, Diosa, sanas el dolor ancestral de haberte ocultado, y tú, Guerrero Sagrado dejas tu soledad atrás porque te sientes amado, tú corazón se ha reconciliado y da paso a la unidad sagrada. 

Las alas de luz aparecen cada vez que un Ser humano se conecta con su propósito a través del amor incondicional del corazón.  

Cuando el Ser humano busca conocer su verdad, su esencia, las alas surgen y se activan.

Las alas de luz se abren e iluminan cuando tu corazón se ha abierto totalmente a la aceptación de tu luz. 

A medida que el corazón se entrega al propósito divino y el ser humano se permite ser un instrumento de servicio al amor y a las leyes divinas, las alas se abren.  Esto ocurre cuando tu eliges el camino de tu alma y te atreves a transitarlo con convicción”.  ( Taller “El tejido Sagrado de la Diosa” Reconectarte – Reino Unido 2018 – Turumban)

QUE ESTOS COLORES VIVOS Y ESTA NATURALEZA HERMOSA DE ESTE PLANETA MULTICOLOR, NOS RECUERDEN 

EL DESPERTAR DE LA DIOSA SAGRADA 

EN CADA UNO DE NOSOTROS.