EL PERDON

Uno de mis pacientes en estos días me preguntó por el Perdón y como podía hacer para perdonar a una persona que le estaba haciendo la vida un tanto difícil.  

Y quisiera darte mi perspectiva acerca de este tema tan controversial a veces, pues más que un perdón, es entender que pasa más allá de nuestros ojos, de nuestras expectativas, de nuestras creencias.

Si te pido que mires la vida desde otro ángulo diferente y te permitas por un momento visualizar tu experiencia de vida como si fuera una obra de teatro, donde todos y cada uno de los participantes tiene un rol, un papel que cumplir, un acto que actuar. 

Entonces habría un actor principal, que eres tú. Y además habría muchos actores secundarios de mayor o menor importancia. Los de mayor importancia siempre serán los que estén más cerca de ti , ya sea en tu vida afectiva, personal, familiar, laboral.

Todo este elenco de actores , incluyéndote, han pactado desde antes de salir al escenario, es decir, antes de venir a este plano, a esta tierra; que van a hacer su papel dentro de la obra de la vida lo mejor que puedan a fin de que la obra cumpla su objetivo. 

¿Cual es el objetivo de cada obra? El crecimiento del alma,  la adquisición de sabiduría.

En pro de que la obra quede lo mejor ejecutada posible, cada actor habrá de hacer su mejor esfuerzo para que el actor principal pueda llevar a buen termino todo el desarrollo de su objetivo principal: EL CRECIMIENTO DE SU ALMA, EL ATESORAMIENTO DE SABIDURÍA EN EL LIBRO DEL ALMA.

Y en ese sentido, llegan a nuestra vida personajes de todo tipo, en todas las circunstancias: unos que nos hacen la vida más agradable, mas llevadera, mas fácil para disfrutar, y al final aprendizajes más armoniosos y cómodos.  Sin embargo hay otros personajes que, en su compromiso fiel de hacer un papel con todas las de la ley, nos hacen el camino más pedregoso y difícil.  A estos personajes que juzgamos según nuestras expectativas y creencias, a estos personajes que han decidido actuar como los villanos en esta obra de nuestra vida, tal vez es a los que más debamos agradecer por interpretar su papel de la mejor manera para empujarnos a mirar hacia nuestro interior, a trabajar en nuestra propia verdad y permitir así el crecimiento del alma.

Aquí cuento mi historia personal.  Hace muchos años llegó a mi vida una persona que me hizo caminar sobre un terreno muy pedregoso, un fango maluco que no era divertido, que me daba miedo pisar y que ese miedo se iba acrecentando con cada encuentro.  Pasaron muchos años así. Yo trataba de ser amable, de entender, de aceptar, de perdonar, me bañaba en luz, la bañaba a ella en luz, en fin, intenté muchas cosas, sin resultado real, duradero y definitivo. Era una relación difícil en todo sentido.  

Un día después de muchos años, después de un evento muy confrontador en mi vida, me levanté con la fuerza que solo da el corazón, el amor propio, el saber interior y la fuerza divina y entendí: Esa persona solo estaba jugando el papel de la bruja mala en la obra de teatro de mi vida y estaba empujándome, seguramente de una manera inconsciente para ella, a uno de mis mayores descubrimientos a nivel espiritual, mi poder interior.  No desde la teoría, sino desde la práctica, desde el entendimiento de esa fuerza que mueve al ser, desde la implementación diaria del amor, más que del miedo. Por supuesto que inmediatamente después del evento tomé distancia de esa persona, pues hay que reacondicionarse a si mismo, reinventarse, reformarse, rellenarse de fuerza interior, de amor, de paz y de luz. Sin embargo, una vez tomé la distancia y me reconstruí desde el entendimiento del amor, pude entender la importancia de esta persona en mi vida. El trabajo duro que hizo con tanto esfuerzo y detalle durante tantos años fue lo que finalmente me dió la oportunidad de crecer como nunca lo hubiera imaginado, de sanar heridas del clan familiar y de entender más que de perdonar.  Una vez hubo pasado un tiempo donde me permití mirarme, entenderme, y crecer, me encontré por voluntad propia nuevamente a esa persona. Ya no había miedo, solo entendimiento y agradecimiento.  Pocos meses después de ese encuentro desapareció totalmente de mi vida.  Fue como si hubiese cumplido su papel dentro de la obra y como en cualquier obra de teatro los actores aparecen y desaparecen.  

¿Qué nos dejan, si hemos entendido la obra y el papel? LA SABIDURIA DEL ALMA.

Entonces volviendo a mi amiga que me llamó, me decía: ¿Pero entonces como hago para perdonar? Y mi respuesta fue: No se trata de perdonar o no. Se trata de entender el papel que esa persona está jugando en tu vida para que tu puedas mirar hacia adentro y encontrar puntos de trabajo interior; y hasta que no te tomes el tiempo y decidas conscientemente mirar hacia tu interior para conocer tus sombras, esa persona seguirá haciendo su acto dentro de la obra de tu vida.  Y lo hará tan bien, que cada vez lo sentirás más y te estorbará cada vez más. Si decides que nunca más hablas con ella y decides no volver a verla, pues vendrá otro actor aún más profesional en el tema para que la obra quede lo mejor ejecutada posible.  

Igual lo digo para ti, lector.  Si tienes una persona que está haciendo tu camino pedregoso, es el momento para hacer un alto, mirar en ti que es lo que más te afecta de esa persona, aceptar que te afecta, llamar las cosas por su nombre: si es miedo, pues es miedo y se acepta.  Es momento de tomar consciencia acerca de que perturba en ti ese actor, porque lo único que esta haciendo es permitiéndote mirar hacia la necesidad de tu alma. Depende de lo que necesites: más amor propio, más paciencia, más compasión, más respeto, menos miedo, menos juicio, menos control, en fin… Ese actor lo único que está haciendo es aportando su grano de arena al crecimiento de tu alma, para que, a través de la consciencia y la experimentación de ella, adquieras la sabiduría que queda grabada perpetuamente en el libro de tu alma.

Perdón tiene muchas definiciones, tiene mantras, tiene frases hermosas, otras no tanto. Yo te invito a que antes de perdonar, mires con otros ojos, bajo otra perspectiva lo que está pasando en tu vida y te permitas ir adentro de ti para entender y agradecer lo que te están mostrando, que tu alma quiere ver y que tus ojos a veces no se lo permiten. 

 Si definitivamente no quieres ver, también está bien. Será tu decisión consciente y es válida dentro de tu libre albedrío. Sin embargo, te habrás perdido una gran oportunidad de abrir las alas de tu vida y vivir una maravillosa experiencia.

“Razonemos lo siguiente: Si un gusano puede desarrollar abanicos orientales (alas) y emprender su vuelo, un ser humano puede soñar el sueño del Espíritu en su cuerpo más resplandeciente y despegar flotando”.  

(Libro Los Gladiadores de la mente del futuro – Ramtha)

ESA ES MI INVITACION PARA TI HOY, DALE UNA MIRADA DIFERENTE A LA VIDA, PERMITETE DESPLEGAR TU LUZ, TU PODER, TUS ALAS.