UNA VISION

ME ABRO – RECIBO Y AGRADEZCO

El día 03 de junio de 2020 hice una meditación profunda, durante la cual recibí en mi mente y en mi corazón una imagen muy hermosa. Tal vez estuve allí en ese sitio, tal vez solo lo imaginé, tal vez solo lo añoro. No lo sé aún. Lo que si sé es que fue un momento de paz absoluta, de amor profundo, de bienestar infinito. Luego cuando volví a este mundo terrenal, a la cotidianidad de mi cuerpo, tomé mi cuaderno de apuntes y dibujos e inmediatamente mis manos comenzaron a esbozar ese sitio espectacular al cual había ido en mi muy profundo interior.

Hoy, luego de un mes, identifico que tal vez mi miedo a pintar ese sitio tan hermoso, a poder plasmar ese sentimiento de paz y amor en un lienzo, no me habían permitido hacerlo.  Hasta hace unos días cuando mi fe pudo más que mi miedo y confiadamente puse mis manos en ese lienzo y simplemente imaginé lo que había visto en mi meditación.  Unos segundos después estaba pincel en mano y comenzando esta obra que llena mi corazón de luz, paz y amor.  Y que hoy quiero compartirles.  

Estoy publicando mi boceto, el que pinté ese día en mi cuaderno, la foto del texto que escribieron mis manos sin mucha consciencia en ese momento y el trabajo que concluyó en esa obra, la cual a mí personalmente me encanta.  Y les confieso que cuando terminé de pintar el diamante y las luces que salen desde lo profundo de él, lloré.  Me senté en un sillón pequeño que tengo en mi estudio y literalmente me senté a llorar, no de tristeza, sino de una emoción inexplicable. Fue como si algo hubiese despertado en mí y esa emoción solo sabía salir en el flujo de mis ojos que estaban tan emocionados de haber terminado eso que yo había visto y a lo que en algún momento le había huido.  Finalmente, eso es lo que a veces nos pasa cuando queremos mirar muy profundo y lo único que tememos es lo que podemos encontrar, sin percatarnos que lo único para encontrar es lo que realmente somos y, en lo profundo de cada uno, lo que hay es un diamante que solo hay que mirar con los ojos del amor.

TEXTO ESCRITO EL 3 DE JUNIO DESPUES DE LA MEDITACIÓN:

Me abro a algo mayor. Decido conscientemente abrirme a recibir la gracia divina. La puerta a mi más profundo interior se abre. Hay mucho verde y mucha luz a mi alrededor.  Se despliega un puente a ese lugar sagrado muy adentro mío. Camino confiada y segura por un puente de luz que me lleva a una escalera.  Subo los escalones, uno a uno, un paso a la vez y llego a un torrente de luz donde todo se concentra en mi interior. Es mi lugar sagrado, es el potencial diamantino de lo que soy, del poder de amor del Padre en mí.  Me permito ser, me permito esa conexión y recibo ese torrente de luz que llena lo más profundo de mí. Y desde ahí, se irradia a todo mi mundo y mas allá.  Veo compañía en ese proceso y la agradezco. Es un proceso asistido. Es mi vida asistida desde lo más profundo, desde la verdad de mi alma.

CONFIAR EN EL PROCESO, CONFIAR EN LO QUE REALMENTE SOMOS ADENTRO, SIN IMPORTAR LO QUE HAY AFUERA, PUES LO ÚNICO QUE NOS ALIMENTA Y QUE NOS PODREMOS LLEVAR DESPUÉS DE ESTE CAMINO TERRENAL, SERÁ LA LUZ DIAMANTINA DE NUESTRO INTERIOR Y LO QUE ESA LUZ PUDO EMANAR FUERA DE NOSOTROS PARA ILUMINAR LA VIDA, EL CAMINO, EL PASO DE OTROS.